la soberbia de quien viste atuendos de un inquisidor
Testimonio
Es la caricatura de la soberbia, de alguien revestido con los atuendos de un inquisidor.
Condenamos la violencia, pero no renunciamos a entregar nuestro testimonio, en tiempo en que es más fácil destruir la obra de 50 años, la imagen de un trabajo hacia los más pobres, usando la prensa como su herramienta eficaz para manchar la honra de un sacerdote sin ser juzgado. Administrador que no se ha dado el tiempo de escuchar y vivir en una población con carencias, que se levantó de la mano de un hombre sencillo, que ha vivido en la población como todos los vecinos.
Claro que indigna esa actitud, pues no justificamos la violencia de ninguna forma. Pero rechazamos la violencia más cruel, que es la soberbia de sentirse con la autoridad de difamar, levantar acusaciones como pirotecnia para distraer la atención y destruir el trabajo de 50 años de una persona que ha caminado por los senderos de hacer el bien.
Es el testimonio de un palestrista puertomontino, años 1978-1981.
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